Cuando nos sentimos invadidos por una realidad no muy amable y tenemos miedo nosotros mismos ponemos barreras, que impiden que los demás se acerquen, y nos conozcan en realidad. Deseando volver a esa etapa de cachorro, donde el mundo se presentaba como un lugar amable. Un lugar tan especial, donde querer pasar el resto de mi vida. Que gran momento este, que devolvió la esperanza a mi vida. Que feliz me siento desde entonces, y como me gusta querer y que me quieran.Ahora sé que hay que creer en el destino, porque el te dice como volver a la inocencia. El te guía y te marca el rumbo, para que tu vida sea tal y como tu la deseas.
Nunca hay que rendirse, hay que aprovechar cada pequeña cosa que el destino te ofrece, porque todas juntas forman el mayor tesoro que tenemos nuestra vida, por eso adoptame para ofrecerme una vida junto a ti.
Están en Cantabria.
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