Un perro mayor y sordo que fue maltratado y dejado abandonado hambriento en un estacionamiento tiene por fin un hogar lleno de amor y hace unos días acaba de recibir su silla de ruedas especial.
El perro se llama Norman y tiene 11 años de edad, fue encontrado por un buen samaritano cubierto de miles de pulgas, con llagas y severamente demacrado en una zona de Indiana (EEUU). La persona que lo encontró llamó a la organización “Friends of Indianapolis Dogs Outside” (FIDO).
Al rato voluntarios de la organización llegaron y se lo llevaron. “Era evidente que estaba desnutrido y extremadamente deshidratado”. “No tenía energía, estaba aletargado y ni siquiera podía caminar o levantar la cabeza”, dijo Jeni Christoffersen, presidente de FIDO.
Salieron para salvar al perro que había sido golpeado fuertemente y estaba muerto de hambre. Norman tiene actualmente un hogar junto a Susan Niehoff, que ha cuidado de él durante casi un año. Ella se enamoró del perro al ver el anuncio en la página web de FIDO.
Cuando Susan fue a verlo e intentó acariciarlo, el perro se encogió de miedo. Fue bautizado como Norman, a pesar de que él no podía oir ya que se había quedado sordo. La mujer lo adoptó y según explica durante los primeros meses comía con mucha agresividad, estaba constantemente hambriento.
Al llegar a la casa de Susan, la mujer le dio su espacio al perro y poco a poco empezó a confiar en ella, ahora le encanta ser amado. A pesar de que Norman tiene 11 años de edad, se comporta como un perro joven.
Una organización de rescate de animales de Kentucky donó una silla de ruedas para Norman. “Él es feliz ahora, puede ir a los lugares”. “Quiere ir a todos los sitios”, explicaba Susan.
Vía: Elena usuaria de la página de facebook de Schnauzi.com
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